Al desarrollar un proyecto inmobiliario es necesario contar con las herramientas adecuadas así como las habilidades para diseñarlos y que cumplan la función principal que se pretende alcanzar.
Es decir, debemos entender que dista mucho la manera en cómo planeamos y ejecutamos la construcción de un edificio habitacional, a una construcción orientada para eventos festivos o a un local comercial. En los dos últimos casos deben tomarse en cuenta lineamientos industriales, pues debido al giro se atiende a un mayor número de personas, mientras que en el caso de las casas habitación satisfacemos a una población mucho más pequeña y delimitada.
Una constructora profesional puede optar por dos caminos: o se especializa en un solo tipo de construcción o busca un mercado más amplio capacitándose y creando equipos de trabajo que puedan laborar de manera específica pero con la meta de incluir a un mayor número de clientes a nombre de una misma institución. Si se elige la última opción debe consolidarse un equipo sumamente eficaz para llevar cada uno de los proyectos a una buena conclusión.
En el artículo del día de hoy vamos a explorar algunos de los puntos más importantes a considerar al momento de trabajar en la construcción de un local comercial. Se ha vuelto vital que los clientes tomen una actitud más participativa en los proyectos inmobiliarios, sobre todo si estos tienen un fin comercial, pues es la única manera de garantizar que será rentable. Claramente, no estamos diciendo que tenga que hacerse cargo directamente del diseño y ejecución de la obra, pues para eso está la constructora, pero sí que se tenga una idea más o menos desarrollada y que con la asesoría recibida se logre trabajar eficientemente.
Para iniciar el desarrollo de una construcción comercial debemos establecer su objetivo y el nicho al cual pretende atender. No importa si se trata de una plaza comercial con distintos establecimientos dentro de ella, tiene que manejarse un target o targets determinados. Por ejemplo, existen locaciones que están orientadas a ofrecer servicios financieros y se conforman por sucursales de bancos, casas de préstamos, aseguradoras, entre otros. En el caso de un proyecto con mayor proyección se pueda elaborar una mega plaza con distintas zonas, pero lo más recomendable es iniciar con un objetivo más claro y a partir de ahí, irlo ajustando conforme a los resultados.
A la par es importante llevar a cabo estudios de mercado que nos indiquen cuál es la zona más adecuada para construir la plaza o el establecimiento comercial. Este punto es sumamente importante y lo mejor sería jamás pasarlo por alto. Las actividades de este tipo siempre se verán regidas por el factor de oferta-demanda y para alcanzar la rentabilidad se necesita conocer específicamente cómo funciona la población asentada en el lugar donde vamos a implementar el proyecto comercial: nivel socio económico, intereses, profesiones, índices de seguridad, incluso si la mayoría cuenta con automóvil o no.
Cuando hayamos hecho el análisis pertinente de todos estos elementos podemos comenzar a trabajar en el diseño. En plazas comerciales se puede tomar en cuenta algún elemento temático o relacionado con el contexto de la población: por ejemplo, si se trata de un puerto, el nombre, logo y espacio puede tener un tema un poco más tropical. Lo mismo puede hacerse en un solo local, eso sí, sin descuidar nuestra propia línea comercial.
En esta fase suele presentarse un problema que por fuera puede parecer muy sencillo, pero que si no se le presta la atención adecuada puede traernos problemas posteriormente: nos referimos al número de propuestas que se pueden presentar y las adecuaciones a las mismas. Si bien, el diseño comprende la elección de algunos elementos estéticos, no debemos olvidar el factor de la funcionalidad. Un gimnasio podrá verse muy atractivo, pero si el agua en los baños no corre adecuadamente porque no hubo una colocación correcta del sistema sanitario, habla de errores que se cometieron durante la etapa de diseño. La clave es muy sencilla: estética visual más funcionalidad.
De manera paralela se debe trabajar en la creación de una identidad corporativa que complemente con la apariencia física del local. No importa que la marca forme parte del modelo Pymes, estos dos requerimientos son vitales para sobrevivir en el mercado. A menos que el servicio o producto sea muy específico, afuera te encontrarás con un gran número de personas y agencias que ofrecen lo mismo que tú y por lo tanto necesitarás destacar sobre todos ellos. Eso sólo puede ser factible a través de una identidad corporativa única y un local que invite a tus clientes ya no tanto a comprar un producto, sino, a adquirir una experiencia sensorial.
Cuando hayamos definido los materiales a trabajar así como los elementos de decoración podemos comenzar el proceso de cotizaciones. Sin embargo, esto no significa que hasta este punto del proyecto no se hayan desarrollado actividades alrededor de la gestión de recursos. Es importante que antes de iniciar cualquier construcción contemos con un presupuesto previo que se puede obtener a través de un estudio financiero. Las cotizaciones sólo constituyen un paso para reafirmar precios y realizar los ajustes que se necesiten hacer por los resultados arrojados por el proceso de diseño.
Es importante recalcar que estas acciones no necesitan realizarse de manera escalonada, sobre todo si necesitamos cumplir con una fecha límite. Muchas instituciones forman grandes equipos de trabajo que operan de manera paralela, así mientras un departamento hace los estudios de mercado, se trabajan las propuestas para la apariencia del local y así sucesiavamente. Esto también nos permite crear métodos de trabajo en colaboración con una constructora profesional y disminuye el riesgo de cancelar la obra por problemas operativos.
Nos vemos en la siguiente publicación de Quality para más información de interés en torno al rubro de la construcción.